Las leyes no matan, los maltratadores sí

Gracias a la ley, muchas mujeres salvamos nuestra vida, porque una vida de maltrato es una vida perdida. Con 29 años y cuatro hijos llevaba 11 sufriendo malos tratos cuando, una noche, usé mi miedo y mi valor, no para dormir con el hombre que casi me asesina, sino para ir a la Policía a denunciar. Ahora soy una mujer superviviente.

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