Feliz día de la Mujer, #8M

Tú, mujer, que te levantas cada mañana y te quitas las legañas para empezar un nuevo día con los ojos bien abiertos, con el corazón latiendo, con la mente liberada. 

 

Tú, que tras poner el desayuno, vistes a tus niñas, les preparas la mochila del cole con los libros, cuadernos y la comida. 

 

Tú, que te vistes cuando tus hijas ya están listas para empezar su gran día. Sin apenas darte tiempo a maquillarte, te pintas los labios y sales corriendo al coche. Les pones el cinturón, arrancas y las llevas al colegio. 

 

Tú, que cuando al fin están las niñas a salvo, empiezas tu día. Vuelves a montarte en el coche, miras la hora y ves que llegas tarde al trabajo. Para colmo te pilla atasco. Tras alguna que otra bocina y 15 minutos para aparcar, llegas a tu trabajo justo a tiempo para comenzar tu jornada laboral. 

 

Tú, que en el trabajo tienes mil tareas pendientes y a tu jefa exigiéndote aún más, descubres que hiciste la comida para las niñas pero no la tuya.

 

Tú, que vuelves a mirar el reloj y ya no queda nada para volver a ver a tus hijas, el gran amor de tu vida, y te ilusionas.

 

Tú, que de camino al colegio te paras a comprar pan y tres cosas más para la nevera, recoges a las niñas y les preguntas qué tal su día. Ellas muy entusiasmadas te cuentan su gran día. Y sonríes.

 

Tú, que cuando llegáis a casa desvistes a tu hija menor porque se manchó comiendo y a la grande porque se cayó jugando, y pones tu primera lavadora del día. 

 

Tú, que aun deseando darte una ducha y leer un libro, dedicas todo tu tiempo libre a ellas. Las duchas, las vistes, les preparas la merienda y os ponéis a jugar.

 

Tú, que siendo madre soltera, te toca hacer de Mamá y de Papá cuando juegas con tus hijas, pero es que ellas no son conscientes de que lo haces tan bien porque es lo que llevas haciendo todo este tiempo.

 

Tú, que cuando tus hijas empiezan a agotarse, les preparas la cena con un postre delicioso y, como no, la pequeña vuelve a mancharse comiendo. 

 

Tú, que cuando vas a poner la segunda lavadora del día, descubres que aún no tendiste la primera y parece que va a llover por la noche. 

 

Tú, que ves que tus hijas aún no se lavaron los dientes ni se pusieron el pijama y les pegas un par de gritos a ver si así te escuchan. 

 

Tú, que tras finalmente meter en la cama a tus niñas, empiezas a pensar en tí.

 

Tú, que bajas a ver cómo va la lavadora y te pones a tenderla dentro mientras el lavavajillas está funcionando.

 

Tú, mujer. Que cuando ya has terminado todas las tareas de la casa deberías escucharte a tí misma, hacer algo para tí pero ya es de madrugada y en unas horas debes levantarte. 

 

Tú, mujer, sí, tú. Este es tu momento. Disfrútalo.

 

Feliz día de la Mujer.

 

Escrito por Aimara, Fundación Ana Bella, 8 de Marzo 2021.