Un jurado experto ha decidido premiar a estas tres mujeres por sus historias de superación y por cómo han transformado todo ese dolor vivido en fuerza y empatía para ayudar a otras. Con motivo del 25N, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia de Género, Fundación Ana Bella entrega estos premios para que el mundo vea que hay otra alternativa a ser asesinada, que es la de ser feliz. De entre las 73 candidatas al Premio Fundación Ana Bella a la Superviviente del Año 2021, el jurado ha decidido que las ganadoras de la Primera Edición de los premios sean Rosa María Núñez Casado en la categoría Andalucía, Wafa El Elj en la categoría España y Mondé Balde Balde en la categoría Internacional.
PREMIO MUJER SUPERVIVIENTE DEL AÑO 2021 ANDALUCÍA.
ROSA MARÍA NÚÑEZ CASADO
Española residente en Cádiz, España. Denunció en 2013. Candidatura presentada por su amiga.
- Breve historia de superación del maltrato.
Rosa es un ejemplo de supervivencia y luchadora, su ex pareja le pegó la última paliza cuando estaba ella embaraza, a consecuencia de dicha paliza perdió a su bebé y estuvo 22 días en el Hospital con fracturas y en estado de shock. Se vio sola pero gracias a su fuerza y a su lucha y a sus ganas de vivir se empodero y fundó la Asociación Las Desamparadas, hoy en día somos muchísimas las mujeres que hemos y estamos pasando por su Asociación, a todas nos da su apoyo, su ayuda y sus ganas de seguir hacia adelante se merece eso y mucho más.
- Breve historia de cómo la candidata es una Agente de Cambio frente a la violencia de género.
Gracias a que ella fundó las Desamparadas, muchas mujeres, incluida yo, hemos vuelto a querer luchar y a seguir hacia adelante para nosotras es un ejemplo de luchadora y superviviente.
–> Puedes leer más sobre su historia aquí:
PREMIO MUJER SUPERVIVIENTE DEL AÑO 2021 ESPAÑA.
WAFA EL ELJ
Marroquí residente en Madrid, España. Denunció en 2014.
- Breve historia de superación del maltrato.
Mi pesadilla comenzó a los 17 años cuando conocí a quien se convertiría en mi futuro maltratador. Debido a mi nula experiencia sentimental y mi temprana edad, él aprovechó para tomar las riendas de la relación desde el minuto uno. El control comenzó con comentarios “simples” tipo: “no te pongas esto”, “no salgas con esta amiga que te quiere poner en mi contra y separarnos”, etc. Además, todo esto iba acompañado de un machaque psicológico constante: “Quién se va a fijar en ti”, “no vales nada”, “no sabes hacer nada”, “qué gorda estás”, “qué fea eres”, “eres una inútil”…De hecho, de vez en cuando, todavía retumban en mis oídos estos comentarios.
Más tarde, y con tan solo 22 años, decidí casarme con él e ir a vivir juntos a pesar de la oposición de mi familia. Y ahí es cuando empezó mi verdadero infierno, puesto que, a parte del maltrato psicológico, pues se añadieron todos los demás maltratos posibles. Es decir, comenzó a ejercer sobre mí violencia física, psicológica, sexual, y económica. El sentimiento que, en aquel momento, podía y sabía experimentar como respuesta a su trato, pues era nada más y nada menos que el miedo. Le tenía pánico a tal punto que tenía que pedirle permiso para ir a ver a mis padres los cuales vivían a dos calles. Eso sí, en mi vida existía una rutina pero una rutina triste que consistía en levantarme para ir a trabajar mientras él seguía durmiendo (dado que yo era la única proveedora de la casa), volver para ocuparme de las tareas de casa, y, por supuesto, “darle amor a mi marido”. Todo esto para que a fin de mes maneje él mi sueldo y mi coche.
Esta situación continuó de esta forma hasta que a los 4 años de matrimonio, concretamente después de una última bronca en casa, pues decidí irme a donde mi tío del cual él no conocía nada ya que nunca tuvo relación con nadie de mi familia ni de mi entorno. Y mi tío es el que me abre los ojos y me hace ver que lo que estaba sufriendo era maltrato y que tenía que denunciarlo. Personalmente en aquel entonces, tan solo la idea me atemorizaba. Pasé un mes allí mientras que él no paraba de llamarme y mandarme mensajes amenazándome tanto a mí como a mi madre, y es en ese momento cuando decidí denunciar porque no soportaba la idea de que mis problemas personales llegasen a salpicar a mi familia.
Denuncié, y tuvimos un juicio exprés en el cual el juez dictó una orden de alejamiento que no sirvió más que para enfurecerlo aún más. Esto hizo que me reprimiese de nuevo a denunciar con el miedo de que tomase represalias con mi familia, puesto que comenzó a amenazarme con hacerle daño a mi hermana pequeña que tan solo tenía 8 años. Con miedo en el cuerpo y la mente y una orden de alejamiento, pasaron 5 meses. Un tiempo en el que me dedicaba a “vivir” totalmente a escondidas. Pero cuando comencé a concienciarme un poco de que existe vida más allá de estar con él, de valorarme, de tener ganas de viajar, de hacer deporte, de sentirme mujer…. Sucedió lo que no estaba previsto. Digo esto porque llegó el 23 de octubre del 2014, la fecha en la que él decidió cumplir sus amenazas e intentar quitarme la vida. Ese mismo día por la tarde yo salía del gimnasio él se acercó tirándome del brazo y ordenándome a que vuelva a la vez que me preguntaba que qué me han hecho y cómo he llegado a cambiar y poder estar sin él. Cuando vio que me estaba negando y que estaba vez estaba segura de que no había vuelta atrás, pues aprovechó el hecho de darme la vuelta para dispararme. La bala penetró en las cervicales y se quedó alojada en la mandíbula causándome una lesión medular a nivel C3. Esto dio como resultado una tetraplejia que me dejó inmóvil de cuello para abajo.
Cuando desperté en el hospital me quedé en shock, ya que no sabía qué me había pasado ni por qué estaba allí rodeada de máquinas con muchos cables y sin poder articular palabra puesto que me tuvieron que entubar. Poquito a poco me fueron contando todo, y fue entonces cuando me enteré que como creyó que me había matado se suicidó auto disparándose cuando la policía estaba a punto de detenerle.
Ya han pasado 7 años y en este tiempo me he levantado y me he caído millones de veces pero gracias a mi familia y a mis amigos que siempre han estado al pie de cañón conmigo y no dejaron que me diera por vencida. He sido siempre una mujer fuerte y comprendí que mi vida había tomado un cambio radical que el estar en una silla de ruedas no me iba a quitar las ganas de vivir que él quiso. Deciros que actualmente hago actividades que nunca creí que iba a poder hacer, la discapacidad muchas veces está en la cabeza y no en el cuerpo, toco en una batucada, pinto con la boca cuando era torpe hasta con las manos, juego a los dardos incluso he llegado a ganar un campeonato que organiza todos los años la residencia en la que vivo.
También quise de alguna forma ayudar a otras mujeres y pensé que de la mejor manera era contando mi historia para que de alguna forma se diera a conocer las consecuencias del maltrato y que se puede salir de esa pesadilla. He concedido entrevistas en radio, televisión y prensa. También he estado en congresos y a día de hoy no perdería la oportunidad de que contarlo ya que gracias a ello he conocido mujeres maravillosas mujeres Supervivientes.
- Breve historia de cómo la candidata es una Agente de Cambio frente a la violencia de género
Dando a conocer mi historia he querido visualizar hasta dónde puede llegar esa violencia y sus consecuencias. Ayudar a otras mujeres a ser comprendidas y no juzgadas a que no es su culpa, a que no se sientan avergonzadas y aunque hayan pasado esa pesadilla se puede salir.
–> Puedes escuchar más sobre su historia en esta entrevista en Tolerancia Cero RNE, la cual ha recibido el Premio Tiflos Periodismo ONCE en la categoría de Radio por la Entrevista a Wafa:
- https://www.youtube.com/watch?v=8RRslGqd3Rc ver video completo.
- https://www.rtve.es/play/audios/tolerancia-cero/tolerancia-cero-silla-ruedas-disparo-su-marido-06-04-18/4554140/ desde min 12:45 hasta min 21:00
PREMIO MUJER SUPERVIVIENTE DEL AÑO 2021 INTERNACIONAL.
MONDE BALDE BALDE
Bisauguineana residente en Bafatá, Guinea-Bisáu. No denunció, “en Guinea en mi época no se podía denunciar, pero sí he presentado el divorcio y fuimos a juicio”
- Breve historia de superación del maltrato
Tengo 56 años, soy musulmana de la etnia fula, en mi infancia fui víctima de mutilación genital y en mi adolescencia de matrimonio forzado con un hombre mayor. Mi marido me maltrataba, me pegaba, no me daba dinero para dar de comer a nuestros tres hijos, yo trabajaba día y noche para conseguir reunir dinero para comprar un saco de arroz y mi marido me lo robaba para dárselo a sus otras mujeres. Finalmente tuve que esconder el arroz para que no me lo volviera a robar. Decidí divorciarme después de sufrir un aborto por sus malos tratos y aunque tuve a toda la familia en contra presenté el divorcio y en el juzgado mi marido me echó una maldición, que si me juntaba con otro hombre éste moriría antes de dos meses. Yo no quería casarme de nuevo, pero tenía la presión de la familia porque una mujer sin marido no es nada. Me tuve que casar y desgraciadamente mi marido murió de forma natural dos meses después de nuestro casamiento. Así que todo Bafatá me repudió diciendo que yo estaba maldita, nadie me hablaba, me sentí muy sola durante dos años, la gente volvía la cara cuando yo pasaba, fue más duro que las palizas de mi ex marido, hasta que volví a casarme con un hombre que tiene otras esposas, pero esta vez no me fui con él, sino que con mi esfuerzo construí mi propia casa y es él el que viene a mi casa dos veces en semana.
- Breve historia de cómo la candidata es una Agente de Cambio frente a la violencia de género
Desde que me di cuenta de la discriminación que sufrimos las mujeres empecé mi activismo. Me formé y soy directora de la Escuela Nacional de Administración y Secretariado. En 1988 creé la asociación Walodirem (en fula que significa Ayuda Mutua en español) para ayudar a las mujeres que necesitaban refugio y una solución para sus vidas durante el conflicto armado. 300 mujeres y 2 hombres, total 302 socias. Ofrecíamos alimentos de primera necesidad y formación en alfabetización, costura, pesca, pastelería, horticultura, panadería, venta de comida. En 2014 fundé la asociación ARAMUB con 200 mujeres de 12 asociaciones para crear la Radio Mulher en Bafatá, la única radio laica y de mujeres en el país y dar voz a los derechos de las mujeres. Cuando vino la Fundación Ana Bella y empezamos a radiar los testimonios positivos de mujeres supervivientes llegaron a la radio muchas mujeres pidiendo ayuda, por lo que vimos la necesidad de construir la primera casa de acogida para mujeres maltratadas en Guinea Bissau ya que, aunque existe una ley contra la violencia de género desde 2013 no se aplica ni hay recursos disponibles. Nos organizamos para crear la Asociación de Mujeres Supervivientes de Guinea Bissau en noviembre 2020 d ella que soy presidenta y en junio 2021 viajé a España para participar como ponente en el congreso internacional Women Now para dar a conocer la situación de las mujeres en mi país y para visitar la casa de acogida de Sevilla y aprender la metodología para adaptarla a la realidad de mi país. Con nuestra asociación estamos dando microcréditos a mujeres emprendedoras, clases de alfabetización y el gran proyecto de poner en marcha la primera casa de acogida y empoderamiento para mujeres maltratadas en Bafatá formando a la vez a policías, jueces y toda la sociedad.
–> Puedes ver más sobre su historia en alguno de los siguientes programas de TV/Radio:
- https://www.womennow.es/es/noticia/monde-balde-activista-mujeres-guinea-bissau/
- https://www.womennow.es/es/noticia/monde-balde-activista-santander-womennow-congreso-mujeres-feminismo/
MUCHAS GRACIAS AL JURADO DE LA PRIMERA EDICIÓN DE LOS PREMIOS DE LA FUNDACIÓN ANA BELLA A LAS SUPERVIVIENTES DEL AÑO 2021:
Alexandra Maratchi Legrain, Ana Enrich, Ana Palencia, Ana María Lucero Téllez Olvera, Ángel Mora Cañizares, Antonio Muñoz Romero, Comisión De Igualdad, Cristóbal Martínez Fernández, Daniel Morales, Woman In Action Dell Technologies, Eduardo López Ordoño, Elena López De Andrés, Esther Martín Agejas, Francoise Mora, Isabel Guirao, Isabel Hernández López, Isabel Viruet, Isabel Zancajo Selfa, Jesús García Martínez, Jose Rafoso, Juan Francisco Ruiz Gil, Juan Melero Pizarro, Juana García, Laura Fernández Rubio, Laura Rivas De Vivero, Luis Camilleri, Mabel Matas, Marc Simón Martínez, Mari Luz Ortega Carpio, María Gracia Prada Chamorro, María Jiménez Vicente, Mercedes Milá, Mercè Almendros, Miguel Lorente Acosta, Mikel Echevarren, Narcís Vives, Natalia Delgado De Robles, Oportunidades Rosas Decathlon, Pablo Santaeufemia, Patricia Acosta, Rocío Ruiz Domínguez, Rosa Granda De La Puente, Sandra Sabatés, Vicente Milla Jiménez.
Y MUCHAS GRACIAS A TODAS LAS MUJERES SUPERVIVIENTES QUE HAN PRESENTADO SU CANDIDATURA PARA ESTOS PREMIOS.