«
Cuando entré por primera vez en el Instituto Andaluz de la Mujer de la calle Alfonso XXII de Sevilla con mis cuatros hijos e hijas para pedir ayuda en Septiembre de 2001, recuerdo que me llevé un ejemplar de la Revista Meridiana. Esas historias de mujeres catedráticas, investigadoras, activistas que habían trabajado por la igualdad me parecían tan poderosas e inalcanzables. Mi marido me prohibió ir a la universidad a pesar de que había sacado la mejor nota de mi promoción para entrar. Acababa de recibir una paliza, de rodillas había rezado la noche anterior temiendo por mi vida. «Reza, reza que te va a hacer falta que esta pelea la va a terminar quien de los dos quede vivo». Del IAM fuimos a la policía de Blas Infante a denunciar, luego a una casa de emergencia, casa de acogida y piso tutelado. Al salir de los recursos oficiales no podía dormir pensando en tantas mujeres que seguían viviendo el terror silencioso e invisible que yo viví durante 11 años y que nadie de mi alrededor notó, ni siquiera yo misma me había dado cuenta que estaba siendo maltratada. Para ayudar a otras mujeres a Romper el Silencio salí en los medios de comunicación a cara descubierta, sonriendo y demostrando que hay otra alternativa a ser asesinada que es la de ser feliz, que si yo pude tú también puedes. En mi primer programa me llamaron más de mil mujeres pidiendo ayuda. La primera que ayudamos se quedó en mi casa, después ella desde su casa ayudó a otra, esta a otras, y ya somos una red mundial de 23.400 mujeres supervivientes actuando en 72 países como agentes de cambio social. Hemos descubierto la vacuna para frenar la violencia de género en todo el mundo. Hemos transformado el sufrimiento que vivimos y que nos estaba estigmatizando, en experiencia y empatía para ayudar a otras. Somos el complemento indispensable para los recursos públicos, porque acompañamos a las mujeres que nos necesitan como AMIGAS y llegamos a donde las administraciones no pueden llegar. Desde que Ashoka me seleccionó como Emprendedora Social en 2010 la Fundación Ana Bella nos hemos convertido en referentes de CoCreación involucrando a las supervivientes, a los medios de comunicación, a las empresas e instituciones públicas como agentes de cambio frente a la violencia de género, aportando soluciones sociales a necesidades de negocio que generan cambios sistémicos hacia una sociedad en igualdad. Recibir el Premio Meridiana me emociona porque me devuelve a aquel día de septiembre de 2001 que usé mi fuerza, mi miedo, mi valor, no para seguir durmiendo con mi posible asesino, sino para comenzar una vida nueva. Parecía imposible entonces que mi vida pudiera igualarse a la de aquellas mujeres meridianas que leía en la revista. Agradezco tanto este premio porque con él les estamos mandamos un mensaje a todas las mujeres del mundo. Somos especiales, nos merecemos ser felices y todas podemos cambiar el mundo. Gracias a todas las personas, instituciones, empresas y medios de comunicación que habéis confiado y colaborado con Fundación Ana Bella durante estos años, para cada uno y cada una de vosotras es este Premio Meridiana, porque aunque yo sea la cara más visible, el poder de cambio de nuestra Fundación Ana Bella es el compromiso diario de cada persona. Gracias al IAM por salvar mi vida y gracias por este reconocimiento que hago extensivo a todas las mujeres supervivientes de Andalucía. Nosotras no somos el problema, somos la parte esencial de la solución.
Y enhorabuena por supuesto al resto de premiadas que son un referente para la sociedad: Asociación de Mujeres Imparables, Laura Baena Fernández del Club de las Malas Madres también colaboradora de nuestra Fundación Ana Bella, Elisa Constanza Zamora Pérez, Remedios Malvárez Báez, Gloria Bazán Zambrana, María Castellano Arroyo, María Jesús Pagés Madrigal, Parque Científico Tecnológico Rabanales 21, IES Galileo Galilei y Pilar Gutiérrez Pascual Premio de Honor Carmen Olmedo.
«
La 24 edición de los Premios Meridiana, se trata de unos galardones que reconocen la labor desarrollada por personas, colectivos o instituciones en la defensa de la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres.
La consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz, ha subrayado en un comunicado que “estos galardones distinguen la labor de quienes con su trayectoria vital, personal o profesional han contribuido a introducir el principio de igualdad de género en los distintos ámbitos, como el educativo, empresarial, artístico, cultural o los medios de comunicación”.
“Las premiadas de esta 24 edición son un referente porque con su talento, trabajo, esfuerzo e inteligencia han hecho una Andalucía más igualitaria y justa y, en estos tiempos tan complicados y complejos, es más importante que nunca reconocer esta contribución, inspirar a las nuevas generaciones y concienciar sobre la necesidad de seguir avanzando hacia la igualdad real y efectiva de mujeres y hombres”, ha enfatizado.
En esta misma línea, señala que la crisis del covid-19 «ha puesto de manifiesto el papel crucial de las mujeres» en los diferentes frentes en la lucha contra el coronavirus, desde los avances en el conocimiento del virus hasta el desarrollo de técnicas para las pruebas del covid-19 y las vacunas.
Pero, al mismo tiempo, lamenta que «la pandemia ha tenido un impacto negativo muy significativo en las mujeres». Por ello, «no podemos dar ni un paso atrás, tenemos que continuar apostando por políticas públicas que favorezcan la igualdad de oportunidades, destierren las brechas de género, tumben muros y rompan techos de cristal para que las niñas y las mujeres pueden desarrollar su máximo potencial sin estereotipos ni prejuicios de género», asegura.