Dedicado a mis amigas de Benefit, por Ana Bella Estévez Jiménez de los Galanes, Mayo 2016
Mi marido me prohibió maquillarme. Me había prohibido otras muchas cosas como leer libros, comer pipas, comer mantecados, incluso me ponía un mantecado en la mesilla de noche para que yo aprendiera a vencer la tentación. Para demostrarle que era decente y capaz de pedir permiso, me sometió a la prueba de pasar por una discoteca un sábado por la noche sin que nadie me rozara… imposible… ¿verdad? En la misma discoteca su primo me sacó a bailar sevillanas, pero yo me negué, intuyendo que el que me cogieran por la cintura bailando sería motivo de problemas luego en casa. Pero mi marido insistió en que bailara y lo hice. Cuando llegamos a casa mi intuición fue certera y él me pegó, me insultó y yo no entendía nada. ¿Pero si fuiste tú el que me levantaste de mi asiento para que bailara? ¡Yo me había negado! A lo que él respondió: – Claro, no voy a parecer un celoso delante de la gente, eres tú la que te tienes que poner en tu lugar.
El maltrato es obvio si la gente que está alrededor dedicase un poco de más atención. Si en una pareja ella es la rara que nunca quiere ir a las reuniones, que pone excusas para no asistir a eventos y él es dicharachero, entrante y encantador… ojo… puede ser una señal de alarma…
Eran tantas las cosas que me prohibía o me exigía que yo tenía que hacerme listas para no olvidarlas… hacer sus sugerencias a la primera, despertarle con un buenos días y un masaje en la cabeza, no llevarle la contraria y menos delante de la gente…
Mi ojo morado y mi labio negro… mi marido me dijo que me maquillara para ir a trabajar a nuestro negocio en Puerto Banús… pero yo no tenía maquillaje… él me lo había tirado. Así que me dejó encerrada una semana en nuestro apartamento sin televisión, sin radio, con comida pero sin cerillas para encender el hornillo, sin teléfono, sin llaves… según él para que reflexionara sobre lo que había hecho: había tendido la ropa en los cordeles del balcón y él me acusó de querer provocar a los hombres que pasaban por la calle al exponer mi ropa interior en un segundo piso. En realidad me encerró para que las marcas de su “amor” se me fueran yendo… antes de volver al trabajo…
Él me pegaba porque me quería … si no me quisiera me abandonaría… así me lo explicaba.
Pasados los años le compré a mi hija un set de maquillaje de juguete y mi marido lo descubrió y lo lanzó contra la pared. Cuando veo a mi hija maquillándose ya con 23 años y la veo feliz y libre… sé que hice lo correcto.
La última niñera que tuve y que me ayudó a escapar con mis cuatro hijos me dijo que mi marido la había contratado porque era sumisa y poco conflictiva como yo.
Si educamos a nuestras hijas en ser mujeres asertivas, a quererse a ellas mismas antes de dar su amor a los demás, estaremos promoviendo generaciones de mujeres líderes de sus vidas que nunca se dejarán maltratar.
Comparado con mi ex marido, cualquier hombre es bueno. Tuve una relación con un hombre bueno sí, pero muy diferente a mí… y aunque me di cuenta al poco de estar juntos, mi familia y amigos/as me aconsejaban que no le dejase porque era un hombre trabajador y cariñoso con mis cuatro hijos. En una de nuestras primeras citas, mi madre me maquilló un poco porque estaba demacrada y cuando él me vio me dijo que no me quedaba bien y que le gustaba más sin maquillar. De hecho siempre que me veía en bata y sin arreglar me decía que estaba guapísima y cuando me ponía un vestido con escote o unas mallas ajustadas que parecía una prostituta o que iba disfrazada. Como yo no había sabido elegir bien a mi marido, desconfié de mi instinto y les hice caso a mis amigos y amigas y a mi familia… hasta que después de 9 años nos dimos un tiempo. Él se fue a su casa y mi hijo de 17 años me dijo que era la decisión acertada. Porque si miramos un cuadro de cerca sólo vemos los trazos y necesitamos verlo de lejos para apreciar lo que significa, asimismo necesitaba tomar distancia para ver lo que significaba esa relación en mi vida.
Siempre digo que la crisis de los cuarenta me llegó un año antes. Cuando cumplí 39 años me sentía como una estrella dentro de un cuadrado… y le dejé… dejé mi vida sin maquillaje… y comencé a volar… y a ser yo… sin maquillaje…
Tengo 43 años. Acabo de estar en Benefit. Tiene un proyecto solidario Bold is Beautiful con el que donan el importe íntegro del diseño de cejas a Ayuda en Acción y a nuestra Fundación Ana Bella para programas de empoderamiento de mujeres y niñas.
Raquel me ha maquillado y me ha enseñado a sentirme guapa para mí y para los demás. A mirarme al espejo y a ver a una mujer poderosa porque creo en mí misma y lo transmito con la máscara azul de pestañas que me ha dibujado una mirada exótica y segura. Me siento guapa, me siento feliz… es la primera vez que me maquillo para mí y no para salir en un programa de televisión.
¿Por qué los hombres que me amaron no me dejaban maquillarme? ¿Por qué no me permitían ser feliz, sentirme feliz y segura de mí misma? Por sus propias inseguridades.
Una pareja sana es aquella en la que ambos nos influimos positivamente y sin necesitarnos el uno al otro elegimos estar juntos porque nos preferimos y somos más felices que por separado.
Hoy las Babes Benefit me han hecho sentir bella, importante, querida, especial, me han devuelto la ilusión en mí misma. No son simples maquilladoras o asesoras de belleza, son inspiradoras, son transmisoras de felicidad. He visto a otras mujeres entrar algo tristes, con la mirada perdida, inseguras y las he visto salir sonrientes, con las cejas definidas, con la mirada alta, con paso firme…
Hoy mi aplauso es para las maquilladoras de Benefit, de Sephora, para todas las maquilladoras y también maquilladores y asesoras/es de belleza de todas las marcas, que se ganan su salario haciendo felices a otras mujeres. Son ellas las que me han enseñado que la sonrisa, es el mejor cosmético.
Gracias por hacer que no nos rindamos, gracias por confiar en nosotras y gracias por hacer que las mujeres seamos visibles, bellas por dentro y por fuera y nos empoderemos como mujeres victoriosas capaces de alcanzar nuestros sueños.
Si quieres apoyar la iniciativa #cejassolidarias para colaborar en el Empoderamiento de las Mujeres entra en www.boldisbeautiful.com/es/ y pide cita en mayo 2016 en tu bar de cejas más cercano. ¡Échanos una ceja!